sábado, 30 de octubre de 2010

Expectativas y resultados




Las expectativas del profesor hacia sus estudiantes siempre deben ser positivas ya que si uno espera menos de los alumnos, siempre se harán menos acciones para que los niños mejoren su rendimiento académico.
Es importante que las casas de estudios que imparten Pedagogía, corrijan la mirada prejuiciosa hacia los niños con escasos recursos, otorgándoles a los futuros pedagogos, la convicción de que cuentan con las herramientas adecuadas para sacar adelante a estos niños.

La transposición didáctica es un mecanismo mediante el cual, el profesor “toma” el conocimiento y lo transforma para presentárselos a sus alumnos. El profesor debe manejar el conocimiento de forma clara para poder enseñárselo a sus estudiantes.
El docente no puede presentar la información a sus alumnos sin antes someterlo al proceso de transposición.

Deben plantearse las siguientes preguntas antes de enseñar:

a) ¿Qué voy a enseñar?: una selección del contenido a enseñar.
b) ¿Para qué voy a enseñar esto?: los objetivos que se pretenden al enseñar un contenido determinado (objetivos fundamentales verticales y transversales).
c) ¿Cómo voy a enseñar esto?: las metodologías didácticas que usa el profesor para enseñar el contenido.

Si el docente ejecuta una buena transposición didáctica, los estudiantes aprenden de manera clara y adecuada, el contenido enseñado.
Cuando alguien anticipa un hecho, existen muchas probabilidades de que el hecho se cumpla, es decir, una realización automática de las predicciones. Dicho fenómeno es conocido como el efecto Pigmalión o la “profecía autocumplida”.
“El Efecto Pigmalión” requiere de tres aspectos: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución.

Por ejemplo:

Expectativa positiva: En una clase de matemática, la profesora entrega una guía a sus alumnos con 10 ejercicios de álgebra. Un alumno presenta dificultades con el ejercicio 3. Se acerca a la profesora para resolver sus dudas. La profesora explica el proceso del ejercicio. Cuando el niño se va, la profesora dice:
“No te rindas, eres muy inteligente y tengo la certeza que podrás resolver el ejercicio”

Expectativa negativa: La misma situación anterior, la diferencia está en cuando el niño se acerca a la profesora para resolver sus interrogantes:
“¿Cómo no entiendes eso? Yo lo expliqué en clase, no estabas colocando atención. Ahora estoy ocupada desarrollando una prueba para 4° Medio, más tarde resuelvo tus dudas”

Los profesores debemos tener expectativas constructivas hacia nuestros alumnos, que les permitan sacar lo mejor de ellos y desechar las negativas, ya que llevan a la degradación y a la baja autoestima.