lunes, 29 de noviembre de 2010

Actores del sector desmenuzan los aciertos y las polémicas de la reforma educacional

(¿Qué opinión les merece la Nueva Reforma Educacional?)

Aplausos para el aumento en el monto de la Subvención Escolar Preferencial (SEP), que beneficia a los escolares más vulnerables del país, la flexibilización del Estatuto Docente y los incentivos para estudiar Pedagogía. Desacuerdo casi total con la disminución de las horas de historia, geografía y ciencias sociales (ver nota relacionada).
Así han sido las reacciones a la reforma educacional anunciada a comienzos de semana por el Presidente Sebastián Piñera y el ministro Joaquín Lavín. Veinte anuncios con los que el Gobierno quiere dar el paso definitivo hacia una mejora sustancial en la calidad de la enseñanza que reciben los escolares chilenos, sobre todo los más pobres.
Investigadores, académicos, profesores, directores de colegios y sostenedores analizan las consecuencias que estas medidas pueden tener en el aula. Además, exponen algunas preguntas que quedaron tras lo que el Presidente calificó como una "revolucionaria reforma educativa".
Si hay un acuerdo unánime, ése es que el aumento de la SEP a $82 mil mensual es la medida más positiva. "Educar a un niño vulnerable es más caro que educar a uno de más recursos", explica Cristián Cox, director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación. "Y si la SEP, en una primera instancia, permitió igualar los gastos en la educación de cada uno, este aumento debería permitir equiparar los resultados", agrega el investigador.
José Weinstein, gerente del Área de Educación de Fundación Chile, coincide con que esta es una buena noticia, pero añade: "Es de esperar que junto con este incremento se avance en una mejor gestión de estos cuantiosos recursos, que han tenido múltiples dificultades de implementación", además de corregir el reparto desigual que se hace actualmente de esta ayuda, porque un alumno "preferente" de 6° básico recibe 50% menos que uno de 1°.
Otra medida bien recibida fue la flexibilización del Estatuto Docente, la que se verá reflejada en la posibilidad de los directores de prescindir del 5% de los docentes peor evaluados. "Tengo la mejor opinión de los profesores, pero es claro que el objetivo final es que los niños aprendan. Y aquellos que no están enfocados, no tienen un buen desempeño ni creen en los alumnos, es mejor que dejen la sala de clases", opina Juan Enrique Guarachi, director ejecutivo de la Fundación Belén Educa.
La mayor autonomía de los directores, así como su selección a partir de una "alta dirección pública pedagógica", también fue valorada aunque con algunos matices. "Es fundamental que los directores tengan apoyo institucional", reflexiona Alejandra Mizala, directora académica del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile. Si ese apoyo lo puede dar el Mineduc o debe ser tarea de los sostenedores es un punto a definir, dice la investigadora, quien también aboga por la necesidad de "formar directores con las capacidades que su nuevo rol les exigirá".

¿Puntaje mínimo?
Los incentivos para atraer a los mejores a estudiar Pedagogía, así como la obligación para los egresados de esta carrera de rendir la prueba Inicia (desde 2011), abre al menos una pregunta y varios comentarios.
"Más allá de premiar a los mejores egresados, es crucial definir si la prueba Inicia fijará un estándar mínimo a lograr, o sea, determinará qué es ser un buen profesor, uno digno de enseñar en la educación pública. También hay que establecer cuál será ese requisito y qué pasará con aquellos que no lo superen", afirma Cristián Cox.

"Quienes no pasen esa vara mínima, ¿no podrán hacer clases?", pregunta el investigador.
Alejandra Mizala agrega otro punto: "No basta con atraer mejores estudiantes a las carreras de Pedagogía, hay que ofrecerles una buena formación". Calidad que, asegura, no está garantizando la acreditación obligatoria de estas carreras, a juzgar por los resultados de la prueba Inicia 2009. "Buenos estudiantes en malas carreras pueden desestimularse y cambiar de carrera o desertar", advierte.
Donde no hay consenso es en si este conjunto de medidas permitirá subir en 10 puntos el Simce de 4° básico de 2013. "Claro que es posible", dice Juan Enrique Guarachi. "Nosotros logramos subir 19 puntos el Simce de matemática de un año a otro, con la aplicación concienzuda de un programa de apoyo en esa asignatura", comenta.
Alejandra Mizala, en cambio, lo ve poco probable "porque se trata de medidas de mediano plazo".
José Weinstein y Cristián Cox optan por aclarar las cifras dadas por el ministro Lavín: "Si se coteja el Simce de 2007 con el de 2009 se ve que en lenguaje se subieron ocho puntos y en matemática siete", acota el primero, mientras el investigador de la U. Católica dice: "Las medidas que se están discutiendo no tendrán impacto en los próximos tres años. Lo que sí veremos será el efecto de una tendencia a una mejora que ya se reflejó en la prueba PISA y en los últimos tres años del Simce".

Medidas

$150.000 recibirá el 10% de los egresados de Pedagogía con mejores resultados en la prueba Inicia.
1.000 colegios con el rendimiento más bajo en la prueba Simce tendrán un plan de apoyo ministerial.
$20 millones será el máximo que recibirán aquellos profesores que se acojan al plan de retiro voluntario ofrecido por el Gobierno.

 ¿Menos horas de historia? Las razones para no reducirlas
 
La disminución de las horas de historia, geografía y ciencias sociales para aumentar las de lenguaje, matemática e inglés fue, lejos, la medida más polémica de las anunciadas el lunes.
"Nosotros no vamos a bajar las horas de historia, porque no podemos", dice tajante el jefe del Departamento de Historia del Instituto Nacional, Fernando Araya. Para este liceo municipal, modelo de los "emblemáticos" que se propone crear el Gobierno, se trata de un tema sensible, porque al no tener Jornada Escolar Completa, no cuenta con horas de libre disposición para compensar esas clases menos.
"Eso significaría volver atrás, a la época de la memorización, y dejar de desarrollar en los alumnos habilidades complejas, como la capacidad de analizar, de relacionar hechos, de criticar, etc.", agrega la profesora Marcela Dávila, del mismo colegio.
El rector Jorge Toro explica que ellos no necesitan restarle horas a una asignatura para sumarles a otras en las que ya logran buenos resultados. "Pensamos que donde se debe potenciar y reforzar la enseñanza de lenguaje y matemática es de 1° a 4° básico".
Una opinión similar es la que entrega Cristián Cox, del Ceppe, quien agrega otro dato: "Historia es una asignatura complementaria a lenguaje, en cuanto al desarrollo de la comprensión lectora. Y lo es, entre otras cosas, porque aporta variedad en los textos, muy importante para mantener la motivación de los alumnos".
Ximena Torres Rodríguez, directora académica de la Fundación Astoreca, no ve problemas en la disminución de las horas de historia en la medida que pueden ser compensadas. Pero sí hace un alcance en el aumento de las de lenguaje y matemática: "Hay que preocuparse de que esas sean horas de calidad, y para eso necesitamos buenos profesores, con excelente formación, que no sólo dominen los contenidos sino también que sean capaces de manejar la disciplina del curso".

Por: Pamela Elgueda Tapia.
Fuente: http://diario.elmercurio.com/2010/11/28/educacion/_portada/noticias/4390E669-BA0C-4B3F-85F0-131DCEAC3E89.htm?id={4390E669-BA0C-4B3F-85F0-131DCEAC3E89}

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